La vida no es ni bella, ni sueño, ni carnaval ni una canción. La vida es tan impredecible que un día, después de interminables noches de estudio o turnos eternos como residente en un hospital, decides arriesgar tu carrera y saltarte todas las reglas para salvar una vida. ¿Y cómo te lo pagan? Desterrándote a un pueblucho en mitad de la nada, obligándote a tratar a bichos raros. ¡O peor!, forzándote a volver a tu ciudad natal a justificarte ante todos los paletos de tu pasado por tu fracaso en La Gran Manzana.
No me he vuelto loca. Es que esto del verano aplatana de tal forma que lo que apetece es dejar a un lado tanta teoría y tumbarse en el sofá a pensar en la vuelta al cole seriéfila y en cuántos clichés narrativos veremos en las nuevas propuestas de las cadenas yanquis.
Puedes leerlos todos en ¡Vaya Tele! :)
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