lunes, 20 de enero de 2014

La amistad y la comedia se adueñan de la tercera temporada de 'Sherlock'


¿Se ha convertido ‘Sherlock’ en otra cosa?

La tercera temporada se ha despedido casi tan pronto como se ha marchado y ha dejado cantidades ingentes de críticas y backlash a su paso. Y es que la forma en la que Mark Gatiss y Steven Moffat han planteado una entrega que muchos llevaban dos años esperando no ha sido plato de buen gusto para todos sus seguidores –y con todo, ha tenido unas cifras de audiencia desorbitadas, quedándose a las puertas de los 9 millones de espectadores de media y superando el 30% de share). The Empty Hearse (escrito por Gatiss), The Sign of Three (escrito por Stephen Thomson) y His Last Vow (escrito por Moffat) han sido los tres episodios que han compuesto la temporada, este último dejando las cosas más que interesantes para las ya confirmadas cuarta y quinta entregas.

El problema de ‘Sherlock’ es haber evolucionado tanto. Ya no se trata de ver cómo la brillante capacidad de deducción de Holmes resuelve unos casos de importancia notable en la trama de cada episodio; no trata de cómo su entorno se enfrenta a las particularidades y excentricidades del personaje, de cómo siempre va un paso por delante a los demás o de ir poco a poco construyendo a ese dúo dinámico que forma con John Watson. Esta tercera entrega ha relegado los casos a poco más que un macguffin para ahondar en la relación de afecto entre los dos amigos protagonistas; ha ensalzado la comedia como parte esencial y definitoria de sus guiones y ha ido un paso más allá con la realización y tratamiento visual del formato.


Sigue leyendo sobre los tres episodios de la tercera temporada en ¡Vaya Tele! 

1 comentario:

  1. Tuvo momentos interesantes, y la parte de la implicación con los fans y sus teorías fue muy divertida. Aunque el exceso de comicidad la lastró un poco.

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