Los dramas de personajes tienen muchas dificultades de base. El peligro potencial de convertirse en un culebrón y el caer endogamia aumentan con el paso de las temporadas. Algunas consiguen superar o disimularlo con elegancia y otras se entregan sin miedo ni máscara. Pero Friday Night Lights consigue estar un escalón más arriba que la mayoría.
En esta serie lo realmente importante, lo que la hace especial, es el cómo y no el qué. No importa tanto que sean un puñado de adolescentes tratando de sobrevivir al instituto, al football y a sus padres. No importa tanto que sean parejas tratando de sacar adelante un matrimonio, una familia, un empleo. Lo que verdaderamente importa es cómo se cuenta.
La magia de Dillon es que todos sus habitantes son personas tan reales como cualquiera de nosotros. Personajes que, tras cinco temporadas, siguen siendo los mismos que cuando empezamos nuestra aventura vitoreando a los Panthers. Las personas no cambian. Podemos evolucionar, sí. También podemos aprender… Pero seguimos siendo la misma mujer de principios, categórica y generosa con todo y para todo o el mismo entrenador de porte implacable que cree en la victoria del honor por encima del marcador.
Puedo ser un joven problemático con una madre drogadicta que decide hacer un cambio en su vida gracias a la constancia y disciplina del football pero seguiré mi naturaleza violenta hará difícil el controlar la rabia cuando veo peligrar mi, por fin apacible, existencia.
Friday Night Lights juega con todos los elementos para mantener ese aura de realismo y melancolía tan característicos que siempre ha tenido. Desde los planos furtivos hasta la música, todo forma parte de esa atmósfera gris que se rompe al regalarnos notas de color cuando los Lions agitan sus cascos rojos en el aire tras una dura victoria.
Sólo en Dillon son capaces de despedir a personajes insignia de la serie y dar paso a unos nuevos con elegancia. Sólo en Dillon saben articular un discurso sobre el valor del respeto a uno mismo o la importancia de hacer lo correcto y conseguir ponernos la piel de gallina. Porque muchos podrían sentir la tentación de tachar sus diálogos de rebuscados, impostados o grandilocuentes pero la naturalidad, la espontaneidad y el realismo que le inyectan realizadores e intérpretes es siempre tan impecable que cierra bocas y abre glándulas lagrimales.
Después de todo lo que he escrito hasta ahora de uno de los dramas de personajes más imprescindibles, especiales y mágicos que he visto, no sólo me resulta muy complicado innovar a la hora de hablar de sus virtudes, sino que me descubro a mí misma reescribiendo los párrafos una y otra vez tratando de hacerle justicia y, además, ser lo suficientemente hábil para expresar todo lo que Friday Night Ligts me hace sentir. Espero haberlo conseguido.
Veo la serie porque me emociona, punto, es muy complicado hacer esto sin caer en sentimentalismos o culebrones varios, y me parece que Friday Night Lights lo consigue.
ResponderEliminarCuando he leído el título de la entrada ni se me había ocurrido que hablabas de los Lions! xD
ResponderEliminarGran entrada, y poco más que añadir :)
East Side, East Side! East Side, East Side!
Que gran entrada!!!!!! Simplemente escribiendo la palabra State en una pizarra resume las emociones que tenemos viendo esta serie. A disfrutar de esta última temporada.
ResponderEliminarYo aparte de todo lo que has dicho destacaría sus diálogos, reales como la vida misma. Cuando estoy viendo una serie a veces pienso así en una milésima de segundo "Joder, siempre tienen la respuesta correcta" y claro, es que es ficción y tiene que ser así, pero en FNL no lo es.
ResponderEliminarEn FNL te encuentras con esos silencios incómodos, con esas repeticiones de frases e idas y venidas de ideas en las conversaciones. No siempre tienen el as para matar al tres, y eso es otra de las muchas cosas que hace a la serie tan real y emocionante.
Ya lo dije por Twitter y cada episodio lo siento más. Esta serie cuando acabe (miedo le tengo), me va a afectar más que cuando acabó Lost.
Chapó, creo que has descrito muy bien, el porqué la seguimos los que la seguimos.
ResponderEliminarEl detalle que destaca Manuls de la naturalidad en los diálogos (esa repetición de palabras o partes de la frase, o el pararse a pensar unos segundos hasta dar la respuesta —o no darla porque no se tiene/encuentra la adecuada—) es otra de sus virtudes, que además no quedaría bien en cualquier tipo de serie.
Clear Eyes, Full Hearts, Can't Lose!!
Tengo un problema bien gordo, y es que tras la entrada del otro día de Moltisanti en Carrusel de series decidí que me pondría con Misfits. Pero es que tras leer la tuya, siento la necesidad imperiosa de empezar con FNL. ¿De dónde voy a sacar el tiempo? Enhorabuena por el post.
ResponderEliminarSatrian, has dicho en una frase lo que yo he dicho en varias. Ole ;)
ResponderEliminarVaryamo, es que está un poco rebuscado, lo se.. pero no quería ir al "hablando de la quinta de FNL" aburrido xD
Nuria, mola!! justo después de ver ese capítulo puse lo mismo que dices tú en twitter. Con una sola palabra: carne de gallina. Eso sólo lo hace FNL..
Manuls, me uno a todo lo que añades. Y sí, creo que yo también voy a llevar muy mal que se termine..
Oskar, es que esa naturalidad.. esos diálogos que decis que casi parece que los estén improvisando hacen tantíiiismo a la serie.. :)
Bvalvarez, me alegro que con el post te haya animado a ver la serie. Ya solo con eso soy feliz :) Mira, ponte primero con misfits, que son sólo 6 capitulitos y también está muy muy bien. Y después ya te pones tranquilamente con FNL ;)
Ayer vi el episodio 4x05 The Son y me pase todo el episodio llorando. Muy grandes los habitantes de Dillon. ¡Como los voy a echar de menos!
ResponderEliminarFNL es una de las mejores que he visto y yo creo que te has expresado perfectamente. Yo no sé decir otra serie en la que todos y cada uno de sus personajes me importen y me los crea, y aunque echo mucho de menos a Lyla, a Street, a Saracen y a otros muchos que nos han dejado, estoy completamente satisfecha con sus finales respectivos, sin tener que espectaculares y heoicos, y estoy encantada con los nuevos. Me fascina cómo una serie con tantas temporadas ha conseguido esto.
ResponderEliminarUn 10 para Friday, la vamos a echar muchísimo de menos cuando falte.
Hola Adri,
ResponderEliminarHemos publicado tu artículo en nuestra sección de Estrellas Invitadas en ¡Vaya Tele!:
http://www.vayatele.com/internet/estrellas-invitadas-lix
Un saludo!
Desde la 3ª temporada acabo llorando al final de cada episodio de FNL. A parte de todo lo que se ha dicho aquí no encuentro mejor excusa para seguir los pocos que le quedan.
ResponderEliminarAhí tienes toda la razón. Lo de las series de personas que caen en el culebrón. Incluso joyas como A dos metros bajo tierra acabaron "sensacionalizándose"
ResponderEliminarCompletamente de acuerdo contigo, pero creo que la historia de Julie sí que se está convirtiendo en un culebrón (de hecho, opino que deberían haberla dejado ir como han hecho con el resto de personajes; su vida universitaria parece, por ahora, lo más innecesario de la serie).
ResponderEliminarsimplemente una de las mejores ficciones en la historia de la televisión, no exagero. Mezcla perfectamente los tintes dramáticos,los diálogos las tramas de los personajes con una estética muy personal. Siempre emocionante, y siempre logra dejarte una sonrisa en el alma cuando acaba porque a pesar de ser texas, EE.UU futbol americano y todo eso, los personajes pasan por historias universales para todos que te hacen pensar, joder asi es la vida
ResponderEliminarSolo FNL consigue sacarme esa sonrisa de autosuficiencia cuando le recomiendas la serie a alguien, al decir instituo y futbol americano ya te miran raro pero luego vuelven diciendo que menudo serión....
Vamos a estar muy perdidos sin los taylor...