Los
dramas familiares son una de mis más reconocidas debilidades y, aunque muchos títulos han pasado y reinado en esta categoría, ahora mismo los
Walker son, sin ninguna duda, los reyes absolutos. La
cuarta temporada nos ha devuelto lo mejor de la serie y episodio a episodio no sólo hemos disfrutado de sus momentos felices y también los amargos sino que ha demostrado que sabe mantenerse fresca a pesar de tener tanta chicha culebronesca a sus espaldas.
Anoche se emitió un
episodio especial, doble, en el que confluyen prácticamente todas las historias de lo que va de temporada.
Este episodio ofrece todo lo mejor de Brothers and Sisters y pasa por todos los estados emocionales posibles, además de ser una maravilla a nivel de guión e interpretación.
Como lo he disfrutado tanto, y sin que sirva de precedente, voy a hacer una review repasando lo que más me ha
conmovido, divertido, emocionado o enfadado del episodio. Cosas como el minúsculo diálogo que tienen Tommy y Kitty al comienzo del capítulo (“Oh, estás genial, me encanta tu pelo” – “Gracias, es mío”) que dicen tanto con tan poco me dan ganas de desmenuzarlo completamente pero, tranquilos, no lo haré ;)
Cuidado. Si no has visto hasta el 4x18 de Brothers and Sisters, hay peligro de que encuentres toneladas de spoilers.
Empezamos con una
mítica cena con todos los componentes de la familia reunidos y
Nora, por primera vez en la historia, quiere pedir comida a domicilio. Nada volverá a ser lo mismo en la familia Walker y este pequeño hecho de la comida Thailandesa es un pequeño representante de ello. Con pequeñas pinceladas se crea el cuadro ;)
Después de la cena
cada hermano se retira y, haciendo gala de su incapacidad de guardarse las cosas, la noticia se va extendiendo al resto de los personajes. Con una habilidad pasmosa,
los guionistas ponen sobre la mesa todos los asuntos relevantes de cada uno de los personajes y cómo les afecta esta nueva bomba.
Kitty está preocupada por su cáncer y sólo quiere lo mejor para su hijo,
Justin y Becca nos recuerdan lo mucho que se quieren,
Kevin y Scotty siguen peleando por tener un hijo y cómo vender sus acciones podrían hacer todo más sencillo. Pero no sólo eso sino que ya, casi sin que nos demos cuenta, ponen sobre la mesa esa desconfianza innata que tiene
Kevin hacia su hermano mayor Tommy.
Sarah está sola con su amargura. Porque en este episodio es la amargura personificada.
Ya está.
En 10 minutos de reloj han puesto todas las cartas sobre la mesa, han
definido a los personajes y su dinámica entre ellos, han dejado claros casi todos los frentes de trama (faltaría Holly) y nos han mostrado el
primer flashback dejando claro que el pasado de la familia va a volver a causar estragos en su relación. Sencillamente magnífico.
Una buena serie de personajes permite al espectador, desde su posición privilegiada,
entender los puntos de vista de cada uno y entender en cada momento quién tiene razón, quién no y porqué actúan así. La discusión por la venta de las acciones de Ojai en la cocina con
Nora reprendiendo a
Sarah por su comportamiento y echándole en cara su actitud egoísta, no sólo es uno de esos momentos que te dejan completamente sin aliento sino que es un claro ejemplo de ello. Y cuando son
Sally Field y
Rachel Griffids las que dan vida a este estremecedor episodio, el resultado es más que brillante.
Uno de esos impresionantes momentos que nos regala la serie A partir de aquí, a base de
charlas y flashbacks, la historia detrás de la venta de Ojai va poco a poco esclareciéndose. A propósito del flashback, realmente ayudaban a hacer el capítulo más dinámico e interesante aunque no hayan aportado demasiado.
Con
pequeñas pinceladas nos mostraban rasgos familiares de cada uno de los personajes y la relación que tienen entre ellos. La elección de
sólo mostrar a los hermanos me ha parecido muy acertada. A ritmo de “
Behind Blue Eyes” (canción que me encanta, por cierto. Sobre todo la versión de Limp Bizkit) descubrimos la verdad sobre lo que pasó.
Entonces se plantea un nuevo giro: la boda de
Justin y Becca. He de decir que este nuevo paso me ha resultado algo macarrónico, no hacía falta que se casaran para conseguir refrescar el resto de tramas y provocar después ciertas secuencias. Por otra parte,
la boda queda completamente diluida y entiendo que era una ocasión irrepetible de “quitárselo de encima” y no tener que volver a crear más trama alrededor de ello, porque
ya ha dado prácticamente todo el juego que podía dar. Si es que es un guión TAN magnífico…
Kevin se tiene que enfrentar a lo que pasó y decide contarle la verdad a Aaron, el chico afectado, lo que nos da otra de las mejores secuencias del episodio.
Listen. I’m sure you must be feeling a lot of things right now, but that night… I don’t dwell on it. I’ve worked long and hard to make sure that it didn’t define me and quite frankly I’d like to keep it that way.Considero que esta secuencia era
especialmente difícil de llevar y lo han resuelto de la mejor y más elegante forma posible. Hace 25 años que ocurrió y
Aaron ha conseguido que ese episodio de su vida no le defina como persona; lo ha superado, es feliz y deja claro que
Kevin sólo actuaba movido por las inseguridades provocadas por la época ante la
homosexualidad. Kevin debe superarlo y seguir adelante pero así no. No con el perdón de Aaron.
Y después de algo tan intenso, comienza ese
tramo más divertido del capítulo que nos regala esa comedia tan característica de la serie y que, cuyos mejores momentos, suelen estar protagonizados por las
antagonistas absolutas de la historia,
Holly y Nora. Dos
frienemies en toda regla. A lo
Thelma y Louise, como ellas mismas dicen, elaboran un plan para conseguir avanzar en su la búsqueda de Narrow Lake. Nos ofrecen esa conversación telefónica con
Robert o la pillada que hacen a Justin y Becca en plena “noche de bodas”. Gracias por las risas, chicas.
Poco a poco las cosas se acaban de aclarar y
tras la tormenta llega la calma. Todos encuentran paz en lo sucedido y ponen a la familia por delante, como hacen siempre, en una de esas emotivas cenas con todos los personajes a la mesa.
Narrow Lake resulta ser un anagrama de
Nora Walker y ninguno nos habíamos dado cuenta. Gracias al penique de recuerdo (yo tengo uno de esos de Philadelphia! xD) encuentran ese campo. Como bien dice
Kevin en su brindis, hay que
mirar hacia el futuro y ese nuevo campo, y el aparentemente inocente comentario de
Sarah sobre su deseo de tener un campo de fresas, deja bastante claro que la familia permanecerá unida ante aquel que les está chantajeando y mirarán hacia adelante juntos.
He ido remarcando lo más destacable, para mí, del episodio pero he tenido que recortar y dejar cosas en el tintero por no hacer una entrada demasiado larga. Os invito a comentar vuestros momentos favoritos ;)
¿Qué más queda por decir?
Brothers and Sisters es una gran serie que ha vuelto a darnos lo mejor de ella esta temporada y, sólo con este único episodio, ha demostrado el
talento de la gente que hay detrás empezando por mi
beloved Greg Berlanti.