martes, 28 de diciembre de 2010

Meme: Remember 2010

Un año más que se nos va y con él hemos sufrido televisivamente. Entre estrenos, cancelaciones, parones, cliffhangers y demás idas y venidas seriéfilas, hemos tenido un año ocupado y en este meme voy a intentar reflejar lo más posible.

ACLARACIÓN: como a final de la temporada pasada, en Mayo, hice un meme parecido, por no repetirme, responderé teniendo en cuenta sólo desde comienzo de verano hasta hoy. Vosotros podéis o no seguir esta pauta ;)


Tu favorita

Fringe. La segunda parte de la temporada pasada y lo que va de esta, que es lo que hemos visto en 2010, han sido magníficas y la han convertido en la serie que más disfruto episodio a episodio. La siguen muy muy de cerca Dexter y Breaking Bad.

La nueva serie que recomiendas.
Raising Hope. No ha tenido tanta buzz como otras nuevas de este año y es una comedia fantástica con unos personajes entrañables y un humor pasadísimo de rosca que no ha decaído desde su estreno.

Momento WTF.
Cuando ví el momento camuflaje de The Walking Dead, con frase de gatitos y perritos incluida, me debatía entre el asquito y la genialidad. He decidido que la combinación de ambas es lo que le hace grande.

La que no pensaste que te gustaría.
Me costó mucho entrar en el “modo True Blood”. No conseguía verla como la parodia genial que es y este verano fue el gran cambio de chip con mi puesta al día de la segunda temporada y la pasadísima de rosca tercera temporada.”

La que ha perdido fuelle.
Nunca pensé que diría esto pero Bones ya no es lo mismo. Con los casos flojos, sólo queda el respaldo de los personajes y este año todo me resulta como ajeno. Hay como dejadez en la dinámica de personajes. El magnífico episodio de antes del parón compensa un poquito.

Un maromo
Conan O’Brian. Ya me gustaba en su día aunque lo seguía menos habitualmente que otros late night americanos. Ahora nunca fallo a su nuevo espacio en TBS.

La que ha remontado
Aunque con reservas, me atrevo a mencionar a How I Met Your Mother, que me planteaba dejar y ahora me entretiene bastante sin ser de las mejores comedias actuales.

#yoconfieso
Que soy fan de la MTV a más no poder. Que la pongo “un momentito mientras como algo” y acabo perdiendo dos horas de mi vida entre madres adolescentes, niñatos con casazas y sus fiestas de cumpleaños y las mejores amigas de Paris Hilton. Pura genialidad trash.

La miniserie.
Los pilares de la Tierra. Realmente es la única miniserie que he visto pero, a pesar de mis temores, la disfruté bastante. Las historias están muy bien llevadas, la adaptación es más que correcta, la producción sorprende y el ritmo es fabuloso.

Tú sobras
La quinta temporada de Friday Night Lights está a la altura de brillantez que las dos anteriores pero hay algo que me sobra mucho y es la trama de Julie me sobra mucho. Entiendo que después de despedir a tantos, los Taylor son la columna vertebral de la serie… pero con Tami y Eric van más que servidos.

La que todo el mundo adora y tú no.
Sigo impresionada con Mujeres Desesperadas. Vale que yo me cansé pronto, pero a estas alturas sigue encantando a muchos y es algo que aún me sorprende. Y las digo a ellas por no repetirme con The Big Bang Theory :P

La que dejaste y ahora te arrepientes.
Broadwalk Empire. No podía. El factor enganche para mí era nulo a pesar de la buena factura y de ser consciente de estar viendo un producto bueno. Es como Justified… y eso que vi 10! Pero, a pesar de acabar cada episodio pensando que la serie era buena, ponerme con el siguiente me costaba un mundo. Con Treme lo mismo.

Una guest star
Categoría reñida, sobretodo en las comedias, pero voy a quedarme con Julia Stiles y su Lumen en Dexter. Pensé que me costaría verla en un papel dramático tan intenso como este pero ha hecho un trabajo excelente.

La cansina
Tanta sobrecarga mediática no ayuda con mis reservas con Glee. Desde que se ha vuelto seria y juega a tener tramas, continuidad emocional y demás, es un poco rollete.

La que debería haber terminado.
Supernatural. No contest. El final de la quinta fue el perfecto y la sexta, aunque mantiene más o menos el tipo (a rachas), habría sido perfecto que los Winchester acabaran con aquel final. Me veo aplicando fanesia en mayo.

La del maratón
No he tenido tiempo de maratones de series enteras como otros veranos, pero este decidí ponerme con Community después de leer a tanta gente encantada y lo que quería que me durase un mes mínimo, me duró tres días. El otro maratón ha sido con la sexta, y la mejor, temporada de House. Brillante. Excelente.

Nunca digas nunca jamás
Dije que nunca vería Doctor Who ni nada relacionado pero Alex de Day Zero me raptó un día, me llevó a su salón con su telaca y su home cinema y me puso Torchwood. Ahora espero con ganas la cuarta temporada.

La que has abandonado
He abandonado varias por falta de tiempo o interés como Life Unexpected, White Collar, Being Erica, Huge, Memphis Beat, No Ordinary Family, Nurse Jackie… Pero destaco Hung, una dramedia de HBO que empezó muy bien pero se fue desinflando con los episodios y para mí en la segunda han desprovechado grandes oportunidades de volver a ser interesante. Ah, y creo que pronto añadiré Parenthood a esta lista.

La cancelación que has maldecido.
Aún queda mucho por delante para maldecir, pero ahora mismo rabio por Lone Star. Sólo con un episodio, y confirmado por otros dos más, dejaba claro su gran potencial.

El gran cliffhanger
Breaking Bad. Menudo final. Y encima con un año entero de espera por delante. Y luego tenemos el de Misfits, que deja ver grandes cambios y posibilidades para cuando les de la gana emitir la tercera temporada :P

Esa pareja que te ha hecho reír
Troy y Abed in the mooooorning. Un vídeo. Otro.

This is reality television
Este año se ha caracterizado por mi entrada más a fondo en los realities y aunque he visto varios, sigo quedándome con el primero que me enganchó: Top Chef. Me entretiene su dinámica, me gustan sus personajes y se aprenden cosas útiles para una inútil cocinera como soy yo.

Una season premiere
Ese primer episodio de Rubicon dejaba bien claro lo que nos íbamos a encontrar: una gran serie de conspiraciones donde disfrutaríamos de la confusión y de la tela de araña de sus tramas hasta el final. Ahora me toca aprovechar el parón navideño para finiquitarla (tristemente, del todo).

Un episodio que viste al borde del sofá
El episodio s05e10 de Dexter, “In The Begining” es absolutamente magnífico. La forma de confluir todas las tramas y cómo lo iban contando todo me tuvo todo el episodio en un constante estado de angustia completamente delicioso.

Una fémina
Como ya he dejado muy claro lo interesantísimo que es el personaje de Olivia Dunham (y su gemela), voy a ceder este puesto a Cathy, de The Big C, una serie cuyos mejores atributos recaen sobre su ritmo y sobre su protagonista, encantadora y estupenda Laura Linney. Lagrimones me ha hecho llorar.

El mejor episodio navideño
Este año se han lucido muchas de mis series favoritas: Community, 30 Rock, The Office… (No. Glee no). Pero para mí una de ellas se lleva la palma: Brothers and Sisters. El episodio navideño son los Walkers en estado puro: risas, familia e idas de olla.

La que más esperas del 2011
Tengo muchas granas de Juego de Tronos pero primero nos llegan Mr. Sunshine, Episodes y Shameless, a las que también tengo muchas ganas.


Y hasta aquí. Siento que me dejo tanto por decir… así que para estrenar el año nuevo en el blog haré un repaso a lo que llevamos de temporada como tal, a todas mis series, en plan “Series en 140 caracteres”. Así me quito espinitas.

Evidentemente, esta es mi lista personal y se hace teniendo en cuenta lo que he visto este año (que ha sido mucho menos que otros por falta de tiempo). Echaréis en falta muchas y no compartiréis la respuesta de otras. ¿Remedio? Haced vuestro propio meme Remember 2010 ;)



viernes, 24 de diciembre de 2010

¡Hablando de Series os desea Felices Fiestas!

Como nuestros amigos seriéfilos os van a felicitar mejor que yo, aquí tenéis a Dexter, Gene, Eric, Sue, Cameron, Liz, Peter, Walter, Nathan y un zombie para desearos unas felices fiestas y un año nuevo estupendérrimo y todas esas cosicas.

Por mi parte os adelanto que en el blog habrá repasos al año y a lo que va la temporada, con un meme "Remember 2010" incluído repleto de categorías curiosas para que le déis al coco. Llegará pronto, lo prometo.

¡Felices Fiestas! ¡Feliz año! y ¡Feliz tó!

Empecemos con algo clásico...



Y este más fashion :P





jueves, 23 de diciembre de 2010

Sobre el origen de las descargas digitales

Estos días la (No) Ley Sinde está dando mucho que hablar y no he podido resistirme a desahogarme un poco en este blog, aunque hable de muchas más cosas que de la televisión.

Hay muchos elementos dentro de todo este problema que me resultan tremendamente frustrantes. Primero es la incapacidad de adaptarse a los tiempos que corren. Evidentemente las distribuidoras, las cadenas, las discográficas, las editoriales y todas las involucradas en este asunto pueden hacer lo que les venga en gana con sus productos y nadie tiene derecho a robarles por ello, pero que no les extrañe que con su codicia del corto plazo y con su desgana para cambiar a la vez que cambian las tecnologías y los hábitos de consumo, los españoles busquemos otras vías de conseguir lo que queremos.

Ejemplo práctico: las series internacionales. En esta comunidad de bloggeros seriéfilos la gran mayoría sigue las series a ritmo de Estados Unidos por la inmediatez y por la versión original. Sí, los que hacemos esto somos mucho más minoría de lo que nos pensamos pero ahí está el ejemplo de Héroes, cuya primera temporada batió records de audiencia en Syfy y después se hundió sin poder levantarla de ninguna forma porque la gente lo había seguido al día con la emisión estadounidense. La TDT ofrece ahora una posibilidad excelente de fragmentar la audiencia y premiar la calidad de los espectadores por encima de la cantidad. Y además con este tipo de productos hay una ventaja: no estamos hablando de un nicho de señoras mayores que apenas gastan sino de el público más codiciado, el de 18 a 34 años. ¿Por qué? ¿Por qué no se adaptan?

Es como el tema de los libros electrónicos, un asunto por el que me hierve la sangre cada vez que me atrevo a bucear en él. La Fnac abrió hace ya un par de meses un área de descarga de libros electrónicos. Yo os invito a visitar ese catálogo donde los libros cuestan igual o más caros que una edición impresa de bolsillo y donde en el apartado de “ofertas” encontramos títulos libres de derechos que cualquier biblioteca de un lector (la mía de Papyre, por ejemplo) te los regala. Y es que me enervo y me frustro. ¿Porqué las editoriales no son capaces de buscar un nuevo modelo de negocio? ¡Va a ocurrir! ¡Ahí tienen el ejemplo de la música! ¿Por qué no se adelantan y encuentran un sistema válido para ellos y para nosotros? Pasarán dos cosas: o los escritores son listos y prescinden del intermediario dando al usuario el producto final a precio razonable o el mercado de ebooks ilegales acaba de estallar y las editoriales salen lloriqueando en los medios.

Yo quiero pagar. La última novela de Stephen King, autor de bestsellers, tardó meses en aparecer en España de forma electrónica y al mismo precio que la edición de tapas duras. ¿Estamos locos?. Estoy segura de que no soy la única que quiere pagar por un ebook, bien formateado y a un precio razonable, antes que bajarlo de internet, traducido por usuarios o escaneado cutremente. Pero de momento, la segunda es la única opción válida que tenemos ahora.

Y luego está la música. Gente: dejad de comprar CDs. Asociar la compra de música a un formato físico es prehistórico y hay que hacer desaparecer los CDs para que las discográficas vean lo que hay y a lo que no han sabido adaptarse. Pero esta vez no voy a ir contra ellas, no, sino contra los artistas. Me resulta increíble que un artista se queje de las descargas ilegales de música cuando la mayoría no puede vivir de vender discos, digo archivos, y vive de los conciertos. La mayoría de los grupos que yo escucho los he conocido gracias a descargarme su música (y no por el esfuerzo de una discográfica sino por el tecla a tecla de internet) y después me he gastado el dinero gustosamente en ir a sus conciertos y comprar allí mismo su merchandising e incluso a veces su disco. ¿Por qué no ven que las descargas son beneficiosas para ellos? ¿Por qué no ven que estableciendo un sistema de descargas de su música propio a un buen precio, van a salir ganando mucho más?

Es como lo de iTunes España. Por fin aparece un sistema de compra y alquiler de películas en la plataforma de Apple y cuando uno ve el percal, se deprime. Tenían una posibilidad de establecer una plataforma accesible, válida y recurrente para todo el mundo y sin embargo se han mirado el ombligo, han vuelto a invocar la codicia más oscura en ellos mismos. Nos ofrecen poco catálogo, poca variedad de tipo de cine y, lo peor, unos precios carentes de sentido donde por un par de euros más te vas a una tienda y te compras un Dvd con extras, libro y todas esas pijadas que les meten ahora. ¿Por qué? ¿Por qué no han visto que si de primeras la gente ve una buena oportunidad de conseguir descargar cine en calidad y a buen precio, la comodidad iba a prevalecer por encima de la gratuidad? Pero no, mejor ganamos mucha pasta ahora con los cuatro gatos que paguen y ya veremos después. Y cuidado cuando salga Amazon España. Nos vamos a reír.

En Estados Unidos hay una empresa chiribitifláutica que se llama Netflix. Con Netflix, por 8 dólares, al mes, OCHO, tienes descargas ilimitadas de películas y series. Y por dos dólares más te llevan el Dvd a tu buzón. En iTunes España, con ese dinero te compras una peli o te alquilas dos. Punto.

Y como ya me he enrollado mucho no voy a entrar con las empresas de telecomunicaciones, que llevan estafándonos con la velocidad de conexión y los precios desde que apareció el ADSL y la Sinde de eso no dice nada. Para perseguirnos a los que descargamos cosas, se afila las uñas, pero para poner el ojo en aquellos grandes beneficiados de todo este asunto se hace la tonta porque le conviene.

En fin. Mi puñado de ideas random sobre el tema acaba aquí. Os doy las gracias por leer mi desahogo y os invito a que hagáis lo mismo en los comentarios.


martes, 14 de diciembre de 2010

Procedimental vs. Drama Serializado... ¡Fight!

El último episodio del podcast La Caja de Spoilers toca uno de los temas más peliagudos en esto de las series de televisión. Este debate me ha resultado tan interesante y estaba explayándome tanto en mi comentario sobre el tema en su blog, que he querido reflejarlo aquí.

Cuando yo sigo un una serie, sea un procedimental o un serial, lo que busco son historias interesantes con personajes interesantes.

House
me parece una de las series más excelentes de la actualidad. Tiene unos grandes personajes con una dinámica estupenda y unos diálogos excelentes que, además, está combinado con emotivas historias autoconclusivas que, después de tantas temporadas de ser una de las series más esquematizadas que existen, siguen siendo frescas con unos protagonistas episódicos construidos con cuidado e interés.

Sí, es cierto que yo me canso de los procedimentales. Algunos los empiezo y me divierten pero esa falta de evolución de personajes mezclada con repetición de casos autoconclusivos es lo que me aburre. No saben crear historias llamativas, curiosas o que conecte con sus protagonistas como sí consiguen en House o Fringe.

Bones es un caso especial. Sus historias episódicas generalmente me importan bien poco, con alguna excepción, pero sus personajes están tan bien construidos y la dinámica entre ellos está tan bien llevada, que me engancha. ¿Lo malo? Lo que está pasando ahora. Esa dinámica ha perdido algo de fuelle esta temporada y ya no consiguen interesar como antes, ergo los capítulos en general me están aburriendo un poco.

Con Perdidos hubo un problema gordo. Era mucho más autoconclusiva de lo que la gente cree y utilizaba todos esos misterios como línea argumental horizontal. Lo que Lost estaba contando era la historia de sus personajes y por eso la gente se cabreó tanto con su final, porque se habían obcecado en la resolución de un misterio que, para mí, no era más que una excusa y que cumplió su objetivo a la perfección: enganchar.

Y eso va a pasar con Fringe. Me duele en el alma que la gente llame relleno a los episodios que tienen mínimamente un caso autoconclusivo. Aún no me puedo creer que con el último emitido, el 3x09 sea un comentario habitual. Es excepcional ya no sólo en la emotividad del caso y su conexión con la trama principal, sino en el contenido seriado y la evolución de los personajes. Es un episodio brillante a todos sus niveles y sólo porque tiene un caso ya es de relleno para muchos.

Mi visión de las cosas es generalmente muy distinta a la de David Calaveras, conductor del podcast, a lo largo del programa pero quiero remarcar algo que él comenta sobre los dramas de cable. Estos dramas tienen un ritmo narrativo muy propio gracias a que conocen la naturaleza de dónde se emiten y la programación con la que van a contar y eso juega a su favor a la hora de resultar más redondos en cuanto a desarrollo de tramas y personajes. Por ello creo que es un error el despreciar los productos de las networks que juegan con esos elementos muchas veces en su contra y, aún así, son capaces de mantener un nivel, una tensión y un interés durante una temporada de 22 episodios.

Marina da en el clavo con Flashforward y es que ese detonante tan potente está muy bien para captar el interés, como cuando un grupo de gente se estrella en una isla, pero hay que construir unos personajes. También creo que tuvo otro gran problema y es que planteó un comienzo de una naturaleza enormemente seriada y el resto de primeros episodios intentaban ser autoconclusivos para expulsar a la menor audiencia posible, lo cual dañó mucho la calidad del contenido y confundió a los seguidores.

Con todo esto lo que quiero decir es que, al final del día, que sea procedimental o seriado no es lo importante para los espectadores un poco más exigentes. Tampoco si es drama o comedia (aunque se tengan propósitos distintos). Si hay unos personajes bien construidos e interesantes cuyas interacciones y tramas sean entretenidas, significativas y emotivas, el formato es algo condicionante pero secundario.

En cuanto a la concepción de "serie", creo que últimamente con esto de Internet nos hemos vuelto demasiado extremistas. Y es que hace años todos veíamos las series en televisión y no nos preocupábamos tanto de qué temporada o qué episodio veíamos. Ahora con el acceso que tenemos a la información sobre el tema, nos obsesionamos. Yo soy la primera que veo todo en su orden y a su debido tiempo pero si una serie te desengancha y temporadas más tarde escuchas que está mejor y decides reengancharte, lo veo estupendo y voy a seguir considerándome un seguidor de la serie aunque me haya saltado un año.

Luego existe el factor pretensión. No le puedes pedir lo mismo a todas las series. Yo veo Drop Dead Diva y me divierte muchísimo siendo consciente de que es un placer culpable y nada más, por lo que no le pido lo mismo que a Dexter. Para mí Greek es una de las mejores series en su género (el de adolescentes/jovenzuelos) pero nunca la compararía con Fringe. Tienen propósitos distintos y por ello yo espero de ambas cosas muy distintas. Es algo que hacemos de forma muy natural cuando vemos comedia y drama, pero cuando vamos a géneros y pretensiones más concretos parece que cuesta.

Otro tema es el de la audiencia. Evidentemente una trama serializada es un arma de doble filo. Puede fidelizar o puede ahuyentar espectadores mientras que el procedimental es mucho más accesible para el espectador casual. Pero realmente quiero remarcar una cosa y es que en esto de la audiencia de televisión influyen tantísimos aspectos que no se puede valorar el éxito de audiencia únicamente en temas de formato. La programación, la competencia e incluso la actualidad influyen en el tema.

En fin. Sin duda el tema da para mucho pero lo único que es seguro en todo esto es que cada persona es un mundo y lo que buscamos o pedimos a las series que vemos es muy distinto. No se puede negar que haya una tendencia general en el gran público que desfavorece a las series que nos gustan a aquellos que buscamos más implicación o calidad en lo que vemos, pero las minorías existen y aunque nos creamos lo contrario, nosotros somos una.

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viernes, 10 de diciembre de 2010

Ella no era yo

Cuidado. Si no has visto hasta el s03e09 de Fringe, será mejor que no sigas leyendo

Hasta el prólogo del último episodio otoñal de Fringe es una maravilla. Nos presenta a la perfección la parte más sentimental de lo que ha estado ocurriendo en la serie las últimas semanas: el dilema de la doble identidad, la individualización de cada uno, aquello que nos caracteriza y nos hace ser nosotros mismos.

La guerra entre los dos universos, la construcción de un gran arma de destrucción, los detalles históricos o tecnológicos que los diferencian o la isla el cortexiphan son parte importante e interesante de la serie pero, en el fondo, no dejan de ser una tapadera para hacernos testigos de las virtudes, defectos y errores de los personajes que las protagonizan.

Al final del día nos encontramos a un hombre atormentado por los experimentos de dudosa moralidad que realizaba en el pasado y por haber desafiado toda ley científica para recuperar a su hijo a costa de destrozar a un padre. Tenemos a un joven que, después de reunir fuerzas para perdonarle las ausiencias del pasado y construír una relación con su padre, descubre que no es quien creía ser y decide volver a abrir esa brecha espaciotemporal intentando liberarse de ese torbellino de dudas sobre su origen y su identidad. Incluso con una breve conversación llena de silencios y miradas, el generalmente impasible Broyles nos deja ver en este episodio por un momento su pequeño corazón nostálgico ante la vida familiar de aquel que lleva su otra vida.

Después de esa primera temporada de Walter y segunda temporada de Peter, era el turno de Olivia. Una mujer tan fuerte y racional que muchos la tildan de gélida. Pero Olivia lucha por aquellos que quiere y acabó atrapada en tierra hostil por intentar salvar a la persona que más quería.

Ahora ha vuelto. Ha superado una crisis de identidad. Se ha aferrado al único sentimiento auténtico que quedaba en ella tras la manipulación a la que se vio sometida y ha conseguido recordar quién es y dónde se encuentran sus verdaderos sentimientos.

Pero cuando creía haber dejado todo aquello atrás, se tiene que enfrentar a una nueva realidad. Mientras ella intentaba escapar de la vida impostada que le estaban obligando a tener, su otra yo no sólo le había robado su trabajo, su vida y sus seres queridos, sino también sus sentimientos.

Quiere recuperar su vida, entrar en ella cuanto antes. Sonríe satisfecha ante la rutina: la descripción de un caso peculiar, el comentario entusiasmado de Walter... Pero cae la bomba. La otra no sólo ha dormido en su cama, se ha puesto su ropa y ha utilizado su placa. La otra ha robado el amor de Peter y aunque, como haría aquella Olivia de hace tres años, intenta racionalizarlo, es incapaz. Ella lo ha contaminado todo.

El episódico de esta semana quería recuperar lo que había perdido: la oportunidad de tener algo parecido a una hija. No, no está resentido con las personas que se han hecho con sus órganos al igual que Walternate no deja de ser un padre destrozado por la vida que le arrebataron. En una conmovedora y a la vez perturbadora secuencia, nos deja ver el profundo amor que siente por la chica tratando de devolverle lo único que le hacía feliz, el ballet. Aunque sea moviendo sus hilos como una marioneta. Pero el cuerpo no es el alma y, cuando ella despierta, está vacía. No queda en nada de lo que la convertía en un ser único y especial. Ya no es la niña que ansiaba recuperar.

No. El cuerpo no es el alma y después de una tormenta de emociones, Olivia cae. Abandona ese porte imperturbable y se pregunta ante Peter el por qué no ha visto que la otra estaba moviendo los hilos. Por qué, a pesar de esa apariencia física y psíquica similar, no tuvo el impulso de aferrarse a esos pequeños detalles singulares por muy ilógicos que parecieran.

Marionette ha sido la cumbre perfecta para el ascenso brillante que ha tenido esta primera parte de la temporada. Es un perfecto ejemplo de todo lo que para mí hace especial a esta serie, una combinación perfecta de emocionantes y emocionales historias capitulares, con un desarrollo de personajes ejemplar y sin ningún temor a cruzar la línea de lo oscuro y retorcido. Sabe fusionar perfectamente el desarrollo interesante y original de su mitología a la vez que la evoluciona en beneficio del desarrollo de quien la protagoniza.

Ignoro si John Noble o Anna Torv (que lo merece ya sólo con este episodio) se llevarán su merecido reconocimiento. Tampoco sé si Fringe contará con un cuarto año de vida y desconozco si las circunstancias ajenas a la propia serie dificultarán que tena el desenalce que se merece… Pero de lo que sí estoy segura es de Fringe siempre permanecerá como una de las series más especiales de mi vida. Y así lo digo.



martes, 7 de diciembre de 2010

Meme: Canceladas con una temporada

La vida del seriéfilo es dura. Constantemente tenemos que despedir prematuramente a series de calidad con gran potencial pero que no sobreviven a su primer año. La última en caer ha sido Terriers, título que yo (aún) no he visto pero que tiene unos pocos fans muy apasionados. Se lo que se siente, aún me fastidia lo de Rubicon.

A raíz de eso, EW.com ha publicado una lista de “One season Wonders”, es decir, maravillas de una temporada y yo les he copiado la idea para transformarla en un meme para compartir aquellas series que, con una temporada, dejaron un gran vacío en nuestro corazoncito serieadicto.

Quiero empezar con unas menciones especiales a obvias merecedoras de estar en esta lista como son Firefly y Freaks and Geeks. También dejo a un lado Rubicon ya que, aunque tengo claro que la amo, aún me quedan cuatro epis para acabarla y le dedicaré un post a ella sola. Dejo esas a un lado porque quiero centrarme en algunas que no se recuerdan tanto en este tipo de listas pero que a mí me dolieron. Van por categorías.

“Qué bien me lo he pasado. Me da pena, pero no es el fin del mundo”

Jack y Bobby. Me hizo mucha ilusión encontrármela en la lista de Entertainment Weekly y la tenía que incluír. Esta serie de Berlanti tenía poco que hacer en una cadena como la extinta WB. Su aparencia teen puede engañar, pero es un drama familiar que reflexiona sobre temas como la religión, la política o los valores. Ya os la recomendé en esta entrada y vuelvo a hacerlo.

Aliens in America. En su día me sentía como la única del universo que le veía la gracia a esta simpática sitcom. Cierto es que no me causó un trauma su cancelación pero esa visión que aportaba Raja a los problemas de la familia.

Wonderfalls. Una cosa no se le puede negar a Brian Fuller (Pushing Daisies, Tan Muertos como yo) y es que tiene una capacidad única para crear series con una personalidad muy característica. Wonderfalls es una serie curiosa y buenrollista con personajes peculiares y visualmente colorista con la que disfruté mucho. Aunque confieso que en este caso me alegré un poco de que fuera una única temporada.

The Black Donnellys. Lo mismo me pasó con estos cuatro hermanos. Su cancelación hizo que en mitad de temporada la serie sufriera una crisis de tramas de la que, por suerte, supo recuperarse. Este oscuro drama con irlandeses e italianos dándose estopa en las calles de Nueva York bien se puede tomar como una recomendable miniserie aunque en principio no estuviera planteado así.

Four Kings. Si con Aliens in América me sentía una minoría, con Four Kings se que estoy sola. Estos cuatro colegas compartiendo piso en la Gran Manzana pasaron por la parrilla americana casi de forma invisible. Suerte que en Canadá emitieran la primera temporada entera porque para mí resultó ser una sitcom muy simpática que supo mantener un nivel de diversión bastante constante en todos sus episodios.

“No me ha dado tiempo ni a acabar de enamorarme”

Lone Star. Este año de estrenos americanos deja mucho que desear, lo que hace la pérdida de Lone Star aún más frustrante. Sólo con dos episodios dejó claro que estábamos ante un gran drama de personajes con un ritmo perfecto y un protagonista de carisma envidiable. Una pena.

New Amsterdam. Nunca me olvidaré de reivindicar este original drama policíaco muy injustamente cancelado. Aunque su arranque podría haber sido mucho mejor (falló a la hora de mostrar lo que iba a ofrecernos) se convierte en un entretenidísimo y curioso procedimental que se mueve entre el Nueva York de diferentes momentos históricos.

Drive. Una carrera. Sólo puede quedar uno y todo vale. Esta era la premisa de una serie con gran potencial de convertirse en el mayor placer culpable de aquella temporada. Cuando aún estábamos conectando con los personajes y sus motivaciones para la carrera y entendiendo la mierda que había detrás de su organización, la tuvimos que despedir. Suerte que no me dio tiempo a encariñarme del todo.

“Lo que podría haber sido…”

The Lost Room. Una miniserie concebida como tal pero que siempre he creído que estaba pensada para dar para más. Como historia cerrada es válida. Es curiosa, entretenida y crea una mitología propia muy interesante que acaba totalmente desperdiciada. Una pena.

Traveler. Al igual que la aún inédita Day One, este fue uno de esos títulos que comienzan como serie, las rebajan a miniserie y se van quedando capítulos por el camino. Resultó ser una miniserie de acción de lo más entretenidas. Un gran placer culpable que acabó en mitad de su gran clímax.

Surface. Esta serie de ciencia ficción nunca fue ni pretendió ser ninguna maravilla, pero era tan condenadamente entretenida que la disfruté bastante mientras duró. El gran problema es que precisamente su mejor momento fue el final. Soy incapaz de imaginar lo grande que podría haber sido la segunda temporada tras ese sorprendente desenlace.


“Malditos #%/$% hijos de su %&!$”

Reunión. Fue mi primera gran cancelación dolorosa como seriéfila siguiendo series a ritmo de USA. Era un culebrón en toda regla pero ese peculiar formato (cada capítulo cubría un año) conseguía que en cada episodio pasasen tantas cosas y fuera todo tan intenso, que me tenía absorbida. Y encima me la cancelaron sabiendo la víctima pero no el asesino. Malditos.

Kings. Una de las cancelaciones recientes que más me ha dolido. Al igual que la anterior, como única temporada es totalmente recomendable a pesar de que se noten las prisas por cerrar algunas tramas hacia el final. Lo que realmente mata es el grandísimo potencial que tenía. Tanto a nivel de personajes y de historias como a nivel visual, me tuvo maravillada. Tiene secuencias realmente fascinantes que se quedarán en mi retina para siempre.

Studio 60. Una de las mejores series que se han hecho los últimos años a todos los niveles. A nivel de personajes, de diálogos, de tramas, de realización… Todo. Era magnífica. Disfrutable de principio a fin. Suerte que fuera del maestro Aaron Sorkin, ya que después de su cancelación y retiro de parrilla, le dejaron finiquitarla y emitieron una temporada completa que aprovecho para recomendar encarecidamente.


Todos los años me digo eso de voy a esperar a ver que pasa con los nuevos estrenos, que luego me encariño de las series canceladas. Pero es como lo de este año voy a estudiar desde el primer día. Que te lo planteas muy convencido pero no duras ni un día ejecutando el propósito. Quizá deberíamos hacernoslo mirar porque a veces es masoquismo (sí, vi más Lone Star después de saber que estaba cancelada).

Ahora os invito a contar vuestras series canceladas tras una temporada que más os han dolido, bien sea en vuestros blogs o vía comentarios ;)



miércoles, 1 de diciembre de 2010

Y lloré un mar de lágrimas.

Estoy a tantas cosas que tengo el blog abandonaíco. Lo sé. Y como tengo menos tiempo del que quisiera (¿dónde se compran más horas al día?) y últimamente la hoja en blanco me ganaba la batalla, recurro a uno de esos memes que tanto me divierte hacer. Esta vez ni siquiera he tenido la decencia de inventármelo yo, sino que recurro a mi amigo y bloggero Alex, de Day Zero.

Soy una llorona. Siempre lo he sido y siempre lo seré. Mi calidad de llorona llega hasta tales esferas que soy capaz de llorar con los anuncios de la lotería de navidad, por lo que este meme sobre “La tele que nos hizo llorar” me viene al pelo. Tranquilos, no hay spoilers.

Últimamente no hay tantas series que consigan que sienta ese cosquilleo en los ojos, y la reina actual en este sentido es Friday Night Lights. Cuando sumamos los cuatro años que llevamos sufriendo con sus personajes a la forma tan melancólica, realista y emotiva que tiene la serie de narrar sus historias, el resultado casi siempre me deja con un nudo en el estómago que muchas veces hace que una lágrima recorra mi mejilla.

Otra serie que siempre tuvo la capacidad casi automática de hacerme llorar era Brothers and Sisters. Últimamente ha perdido ese superpoder, lo cual supongo que es mala señal a pesar de que sigo disfrutando de sus episodios. Pero allá en su primera temporada, y no exagero en absoluto, todos los finales de episodio conseguían que me diera la llantina porque me tenía tan enganchada y me emocionaban tanto esos finales "felices" de episodio, que no podía reprimirme.

Con Perdidos me pasaba una mezcla de las dos anteriores. Por una parte, todos esos finales videocliperos de ensalzamiento de la emotividad del grupo reforzado con una musiquita melancólica a juego, conseguían que soltase alguna lagrimita. Pero, por otro lado, la serie también tuvo grandes momentos de tensión o grandes muertes que, si ya de por sí resultaban tristes, la maestría y el sentimentalismo con los que nos las mostraban hacían el resto. Ya sabéis, not penny's boat. Eres mi constante.

Seguro que nadie se acuerda de este título pero para mí fue un trauma ver el final de Yo y el Mundo. Más que el de David el Gnomo. Era una serie que disfrutaba mucho cuando era peque. Cory, Topanga y compañía eran como mis amigos y yo y era fácil sentirse conectada a ellos. Años después, con la magia de youtube, pude su final. Uno que resulta ser el perfecto para ella y, además, emotivísimo. Podéis verlo aquí.

Por supuesto, hay muchísimos finales con los que he llorado. Everwood es un buen ejemplo. También hay episodios sueltos de series que me han hecho llorar, muchas veces relacionados con muertes de personajes y otras simplemente por intensidad emocional, pero rondarían por ahí (y por aquello de no especificar para evitar spoilers) House, Alias, Ally McBeal, Dawson Crece, Felicity, Kings, Veronica Mars, El Ala Oeste, Skins, Doctor en Alaska o esa maravilla de la creación que fue Studio 60. Me vienen a la mente más de dos ejemplos de momentos que parecía que me estaban quitándo la vida...

Pero vamos, que por llorar, me emocioné mucho recientemente con esa secuencia del primer episodio de The Walking Dead cuando un hombre se enfrenta a tener que matar a su mujer para librarla de seguir vagabundeando como zombie…

Tengo que dejar para el final a la más grande. A la que digo por defecto cuando me preguntan cuál es mi serie favorita. Puede que no sea la mejor de la historia pero Friends siempre será la mejor para mí. Mi primer amor y mi primer final traumático. Sí, quizá aquel final tuvo demasiado drama para ser una sitcom, pero después de 10 años de vivir tantas desventuras con esos seis amigos, la ocasión lo requería. Se despedían para siempre. La vida seguía para ellos y para mí pero no para todos juntos.

Y yo lloré mares de lágrimas.