viernes, 18 de febrero de 2011

EL TALENTO DE LOS TALENT-SHOWS (1)

Mucho se ha hablado estos días sobre la cancelación de Operación Triunfo en Telecinco y los motivos que han llevado a la pérdida de interés por parte de la audiencia. Desde luego, hay muchos factores que habrán influido en este asunto: la presentadora, la duración de las galas o la elección de canciones, como comentan en vayatele. Pero para mí, el talento es la variable más potente.

American Idol, formato del que nació OT, va por otros derroteros. Con una producción y realización impecables, una duración adecuada (doble episodio para las actuaciones cuando son muchos, hora y veinte, es la duración más larga) y un nuevo y sorprendentemente refrescante jurado, el talent show demuestra que, al final del día, el talento tira más que dos carretas.

Para el que no conozca el funcionamiento de American Idol, lo resumo mucho y rápidamente. Tras tres semanas de castings, llega la hollywood week, donde los preseleccionados deben pasar varias fases (una segunda prueba individual, una de grupo y otra individual con libertad para usar instrumentos o la banda). Tras un último corte, quedarán 20 participantes. A partir de ese momento hay dos episodios semanales, el de las actuaciones y el de las eliminaciones.

La tercera ronda de la Hollywood week ha dejado claro que American Idol 10 viene pisando fuerte y es una muestra del talento que tienen los concursantes y no lo digo sólo por sus voces.











No quiero inundar esto de vídeos así que podéis ver a Ashton Jones cantando I’m telling you, a Thia Megia cantando Wonderful World, Clint Jun con Georgia, a Julie Zorrilla y su piano cantando Love Song, Colton Dixon también al piano con What about today y al niñito dulce de esta edición, Jacee cantando Time of My Life.

Después de todo esto, y contra todo pronóstico, me veo a mi misma deseando que empiece YA lo bueno de American Idol. ¿Os he convencido para acompañarme? :P


viernes, 11 de febrero de 2011

Por qué duele despedir a Friday Night Lights.


Porque una sola mirada puede contener una infinidad de emociones y sentimientos.

Porque nos hace partícipes de su realidad y nos traslada casi literalmente a Dillon en cada episodio.

Porque lo que importa no es lo que se cuenta sino cómo se cuenta.

Porque sus personajes son tridimensionales, auténticos y especiales. Porque no importa si aparecen en todas las secuencias o casi ninguna, que hasta el personaje más terciario importa. Porque un solo abrazo de Matt a su abuela puede provocar ríos de lágrimas.

Porque nos ha regalado a uno de los mejores, más interesantes y mejor llevados matrimonios televisivos de la historia.

Porque el football no es sólo un deporte. Ni una excusa.Es una comunidad. Une y separa. Crea y destruye ilusiones. Es una forma de vida

Porque te hace llorar de tristeza pero también de alegría. Porque contagia su melancolía y te da la vida con un momento feliz.

Porque con su sensibilidad y su saber hacer consigue que su audiencia aplauda y siga con pasión a un nuevo equipo después de haber vitoreado y sufrido con otro.

Porque miradas limpias y corazones llenos no pueden perder.

Porque con sólo unas notas musicales acompañando a imágenes rápidas y fugaces de un rancho o una zona residencial de Texas tomadas desde un coche consigue poner la piel de gallina

Por sus interpretaciones y diálogos espontáneos y naturales.

Porque los silencios de Eric Taylor dicen más que sus palabras. Una mirada de decepción del Coach puede destruir universos enteros y un speech suyo hace que te creas capaz de conquistar el mundo.

Porque en algunas ocasiones necesitas pararte y pensar, ¿Qué haría Tim Riggins?

Porque hay adolescentes, sí. Pero no son niñatos estúpidos y estereotipados. Son personas. Personas que cometen errores y aprenden, o no, de ellos.

Porque pocas te harán saltar del sofá y llevar un puño al aire con ese touchdown en el último segundo.

Por su delicadeza, tacto y sensibilidad para las despedidas. Y los regresos.

Porque ha sobrevivido tormentas y huracanes, y se lo ha merecido. El diario de Mr. MacGuffin.

Porque ver al coach Taylor descender unas escaleras mecánicas corriendo puede sacarnos la mayor de las sonrisas. Carrusel de Series.

Porque a pesar de sus errores y sus peros, el buen hacer prevalece por encima de todo. Diamantes en Serie y Serieina.

Porque no juzga. Expone, y te hace parte de ello. Basura and TV.

Porque hay momentos que quedarán para siempre en nuestra memoria y nos emocionarán sin importar cuando o cuántas veces los veamos. Vayatele

Porque sus personajes están vivos. Avanzan por si solos y tienen vida propia. Criticoenserie

Porque deja a medias una frase insignia de la serie… y nos encanta. Querido Bloc

Porque deja a medias un pase decisivo, un balón que volará para siempre… y también nos encanta. Truthkills.

Todo hombre en algún punto de su vida va a perder una batalla. Va a pelear y va a perder. Pero lo que le hace un hombre en mitad de esa batalla es que no se pierda a sí mismo. Este juego no ha terminado. Esta batalla no ha terminado.



El ultimo que salga, que apague las luces.




miércoles, 9 de febrero de 2011

Crematorio, excelente miniserie de Canal +

Tras “¿Qué fue de Jorge Sanz?", de la que ya os hablé, Canal + vuelve a sorprendernos con una nueva ficción de producción propia: Crematorio.

Crematorio es la historia de los Bartolomeu, una familia que gracias a sus negocios agrícolas ha conseguido una posición privilegiada en una ciudad de la costa mediterránea. Es una historia sobre la corrupción en nuestro país y está basada en la novela homónima de Rafael Chirbes.

Ruben Bartolomeu, magníficamente interpretado por Jose Sancho, es el gran protagonista, un arquitecto que ha dejado atrás los asuntos agrícolas y ha creado una red empresarial, de intereses y testaferros que protegen todos sus negocios sucios. Está en pleno desarrollo de “Costa Azul”, proyecto inmobiliario de un megacomplejo turístico que ocupará el terreno agrícola de sus padres.

Tras ver los tres primeros episodios, Crematorio ha resultado ser más que una agradable sorpresa. Es una producción más cercana a lo que nos tienen acostumbrados fuera que a nuestra propia televisión. Con una producción muy cinematográfica, está cuidada a todos los niveles: dirección, fotografía, reparto y un guión tremendamente hábil a la hora de presentar a los personajes y sus peculiaridades. Quizá, en su ritmo pausado pero seguro y la minuciosa introducción de sus protagonistas, peque de tener un arranque algo lento, un mal menor que rápidamente queda olvidado cuando uno está completamente engullido por la trama.

Venganzas, pactos, traiciones, putiferios, violencia, rechazo y sobornos se encuentran en un entorno de luchas de poder y ambición que conforman un entramado narrativo muy rico y muy equilibrado.

Uno de los factores negativos de nuestra producción televisiva es el catálogo actoral, algo que Crematorio tira por los suelos al contar con unos intérpretes cuyo trabajo acompaña a la brillantez del resto de elementos. Además de un imponente Jose Sancho, cuyo personaje le viene como anillo al dedo, encontramos a Alicia Borrachero (hija de Rubén), Juana Acosta (su amante y un personaje muchísimo más interesante de lo que podría parecer un un principio), Chisco Amado, Aura Garrido (nieta de Rubén que actualmente demuestra su talento en la serie de Telecinco “Angel o Demonio”), Montserrat Carulla (como la madre de Rubén), Vicente Romero (la mano sucia de Rubén) y Pep Tosar (la otra mano sucia) entre muchos otros. Ah, y atención a la cabecera de la serie, muy sugerente y que bebe mucho de la fantástica cabecera de True Blood.

En definitiva, os recomiendo encarecidamente que echéis un vistazo a esta nueva producción de Canal +. Contará con 8 episodios de 50 minutos (sí, no hay que soportar la excesiva duración a la que nos tienen acostumbrados en España) y se estrena el 7 de Marzo a las 22h.



lunes, 7 de febrero de 2011

El éxito de The Walking Dead

Cuando la AMC puso en marcha la producción de The Walking Dead, hubo una pequeña revolución en Internet. Se mezclaron el hambre con las ganas de comer y amantes del género zombie, frikis del género en general y seguidores de los cómics retransmitían paso a paso, foto a foto y teaser a teaser cómo iba el tema. Incluso muchos potenciales lectores aprovecharon esto para animarse definitivamente a leer la saga.

A su estreno, ni AMC se esperaba tal éxito de audiencia. ¿O sí? The Walking Dead tiene uno de los arranques más efectivos e inteligentes que se han visto en años. El comienzo es tan de manual y tan reconocible por el consumidor de este tipo de productos que bien podría formar parte del “Historias postapocalipticas for dummies” si existiese. Ojo, que no lo estoy diciendo como algo malo, ni mucho menos, ya hablé aquí de ello con fascinación en su día.

No. Frank Darabont, Robert Kirkman y demás artífices de la serie han sido mucho más que listos. Sus dos primeros episodios venden buena ficción televisiva de entretenimiento, venden algo mucho más mainstream de lo que podíamos haber imaginado en un principio pero sin provocar la huída de aquellos más puristas en el género o los lectores de los cómics.

The Walking Dead tira más del suspense que del miedo o el terror, recurre muy poco a las secuencias nocturnas y pronto se proclama como historia de personajes con zombies que de vez en cuando se pasaban por allí. Zombies que no dan miedo sino asquito. Hay casquería pero sin exagerar. Lo que sí hay son triángulos amorosos, juegos de poder y personajes psicológicamente afectados por una situación extrema. Crearon una serie muy universal y fácilmente exportable y lo sabían. El primer episodio se emitió en 120 países dentro de la primera semana de su estreno en Estados Unidos, y doblada a 33 idiomas distintos.
Fox España estrenó la serie con una cuota de un 1% en demos, que parece poco pero para nuestra plataforma de pago es mucho, siendo el programa más visto en su franja y mejor estreno de la cadena en 2010. En el Reino Unido batió todos los records doblando la audiencia habitual de la cadena y dando los datos más altos en cinco años. En el sudeste asiático arrasó literalmente, mucho más que en Europa dando índices de subida del casi 500% en Singapur y del 1700% en Filipinas. Que se dice pronto. Lo mismo ocurre si nos vamos a Latinoamérica, donde los resultados de The Walking dead en los canales de pago aumentaron en su franja horaria en un 230% en Méjico, un 341% en Argentina o un 970% en Perú.

Y todos estos son datos de televisión de pago. Más allá de extraordinario resultado que ha tenido en La Sexta, no conozco datos de su emisión en abierto pero intuyo que lo de la cadena de Contreras no será un caso aislado.

Fox International Channels y AMC sabían lo que estaban haciendo. Por el camino han dejado a un grupo de seguidores bastante descontento que no es nada sorprendente que coincida con aquellos que seguían la evolución de la serie desde el principio. Aquellos esperaban una adaptación mucho más fiel de los cómics de Robert Kirkman y han acabado criticando el resultado y calificándola de serie menor. Y creo firmemente que estaban y están equivocados con las expectativas. Considero que la serie, además de por los motivos obvios de ampliación de público, quiere contar otras historias. Para tener un calco del cómic, lo leemos y punto. Basta de puritanismos

Y es que las expectativas son un arma muy peligrosa. The Walking Dead no es lo trepidante ni explícita que los fans esperaban. Tiene lo justo de cada elemento para atrapar a la mayor parte posible de ese colectivo tan heterogéneo que es la audiencia demográfica. Y ahí está la clave del éxito, en ofrecer una historia que resulta atractiva a los de 16 y a los de 40. Y me atrevería a decir, sin tener datos, que atrae a muchas más mujeres de las que en un principio cabría imaginar, que ese triángulo amoroso que parece que dormita sigue con un ojo abierto por un motivo.

¿Y para qué todo esto? Simplemente para reflexionar un poco sobre las intenciones y el resultado de una serie que últimamente está recibiendo muchos palos. The Walking Dead es tan mainstream como pretende y mucho más de lo que unos cuantos esperaban y utilizan esto para descalificarla.

Yo considero que, salvo por el hecho de que al ser tan corta casi no da tiempo a culminar su conexión con el espectador, es una producción de factura impecable, con unos personajes muy bien a pesar de ser extremadamente canónicos y con un balance perfecto entre los elementos de género y las características de una serie dramática de personajes.


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