martes, 30 de agosto de 2011

Te mereces un spin off.

Los personajes odiosos que borraríamos del mapa de una serie son tan habituales que con frecuencia tengo que desahogarme en este blog. Pero no todo es animadversión, también existen aquellos que ocupan un lugar especial en nuestros corazoncitos seriéfilos. Sean secundarios o principales, algunos personajes nos gustan tanto que les daríamos una serie para ellos solos. Yo ya hice una lista con algunos como El Fumador, Ed Chigliak, el Sr. Heckles o el Gordo Feo Desnudo y es hora de ampliarla.





Tyrion Lannister.

Probablemente el mejor personaje de Juego de Tronos, tanto en los libros como en la adaptación de HBO. Peter Dinklage hace un trabajo estupendo interpretando al inteligente, sarcástico y cachondo enano que bien podría protagonizar su propia comedia acompañado de su novia pilingui y del jefe de los hombres salvajes. No descarto algún que otro guest starring para unos divertidos momentos incómodos con gente como Catelyn Stark o su adorado papi Tywin.



Walter y Belly.

Esto sería una precuela spin off de Fringe en la que veríamos los años mozos de Walter Bishop y William Bell en los que empezaron a llevar a cabo todos los experimentos changos que conocemos hasta el momento. Sería una gran serie autoconclusiva, todo lo que ha dejado de ser Bones, por ejemplo, con casos científicos con el toque fantástico y la química de ellos dos, su LSD y sus idas de olla



Tami y Eric Taylor.

Lo se, es hora de que vaya superando el final de Friday Night Lights y la despedida de los Lions, de Dillon y de todo ese mundo tejano que tanto hemos disfrutado, pero no me quiero conformar con la película. Eric y Tami Taylor merecen una nueva vida. Imagino un drama similar en el que los Taylor han de mudarse a otro estado, otra forma de pensar, otra dinámica en la ciudad y otra forma de vivir el football. ¿Cuál es la antípoda cultural de Texas en USA? :P



Josh y Donna

Con su elenco de personajes maravillosos resulta complicado destacar solo un personaje o una pareja de The West Wing, pero Josh y Donna siempre fueron mis favoritos. Esa tensión sexual al puro estilo Luz de Luna, esas pullas que van desde la ironía más simple hasta la referencia más política y esa dinámica estresante podrían darnos un magnífico drama profesional.



No están todos los que son así que, para compensar, una encuesta twittera me ha dado idea de qué personajes y parejas triunfan entre los seriéfilos.



@Andrius_garcía le hacía una serie de abogados a Kalinda y @DanielRoca se apunta. No son los únicos que eligen a alguien de The Good Wife, @Vero_titania y @Keitza quieren a Blake Calamar. Por su parte, @satrian quiere a Eli Gold. A este último se une @mlagoa, que también añade a Mike de Breaking Bad, uno al que he estado a puntito de poner en mi lista.

@Pieman815 está a tope con Buffy y quiere uno de Anya y Cordelia.

@Efebede y @Manuls eligen a Troy y Abed de Community pero… ¿Una serie o un morning show? :P

@vero_titania y @efebede repiten twitt. Ella quiere una serie sobre el pasado de Eric y Alcide de True Blood (qué lista :P) y él un procedimental médico con el doctor Spaceman de 30 Rock. Podría ser mortal :)

De True Blood me ha gustado el de @lcapirex89, que propone una sitcom a lo Matrimonio con hijos pero con Hoyt y Jessica.

@Nanisimo elige al taxista de Fringe, podría ser una mirada curiosa al mundo alternativo.

@Alfonsopazos75 se montaría un “Cosas de casa” con Grissom y Sara Sidle de CSI en el que investigaran quién se comió las galletas.

A @cinenserie se le ha ocurrido algo parecido que a mí y coloca al matrimonio Taylor en Philadelphia y @Kaleidan hace un popurrí de Los Simpson con Otto, Carl y Lenny.

@yonomeaburro le haría un spin off a la mayoría de villanos o gays de las series y propone al de Ugly Betty.

@MissMacGuffin está a la última y quiere uno para Lix, la reportera de The Hour. Y también otro para Antoine y sus Soul Apostles de Treme.

Hay quien proponer futuros, @juanlsanguino quiere a Sally Draper. Se centraría en sus años como stipper en Greenwich Villaje durante los 80. Todo culpa de su padre.

@Reverendopowell y @Brinstar8 quieren a Omar de The Wire.

@kalimero escoge una pareja: el dúo Jeffster de Chuck, pero en plan cazarecompensas.

@Javilost también tira por los duos, en su caso Jacob y el humo negro y sus locas aventuras.

Más duos divertidos, @emilcar propone a Monica y Chandler en Friends, lo que no se es si Joey viviría en el ático. A esto se une @pedroarilla aunque @juandeochpu preferiría a Chandler con Joey. @noeliaroalvarez le daría su propia serie a Provenza y Finn de The Closer.

@rrey coincide conmigo en cuanto a Ed de Doctor en Alaska y su carrera en Hollywood y @Satrian coincide en West Wing pero prefiere a Lord John Marbury.

@starfightergc le haría uno a River Song de Doctor Who, @hutxu quiere a Al de DeadWood





Y vosotros… ¿A quién le daríais su propia serie?







miércoles, 17 de agosto de 2011

Enamórate de Miranda

Miranda es única. Tiene tal capacidad para ponerse en ridículo que no tiene nada que envidiar a Liz Lemon. Nunca dice lo que debería decir en el momento correcto y tiene impulsos irrefrenables de cantar, sea donde sea, siempre que una frase le recuerda a una canción que le gusta. Esta es Miranda ligando:



- Cuéntame algo de ti.

- El otro día me pesé los pechos para ver cuánto costaría enviarlos por correo certificado.




Miranda es una sitcom de BBC en torno a una mujer de 33 años bastante torpe socialmente y con una constitución física que hace que sus amigas del internado la llamen Queen Kong. Es una comedia de formato clásico, con su público en directo, sus tres decorados y muy pocos personajes aunque tiene algunos elementos que hacen que destaque, como el uso de algunos exteriores, los momentos flashback o la constante ruptura de la cuarta pared que hace la protagonista con sus significativas miradas a cámara.



Es curioso porque Miranda no tiene demasiados elementos que la hagan diferente. Los personajes son predecibles para este tipo de comedias (la madre peculiar que la quiere casar, las amigas pijas tontas o el chico guapo del que está enamorada) y los gags no son especialmente originales, pero los chistes funcionan muy bien y los pulsos cómicos están perfectamente medidos. Es un humor muy físico, muy británico y, sobretodo, muy centrado en lo increíblemente divertida, expresiva y loca que es Miranda Hart y su capacidad para ponerse en evidencia en CUALQUIER situación. Hacía tiempo que una serie no me hacía reir a carcajadas de forma tan constante y contundente como lo consigue Miranda.



Desgraciadamente, es muy inglesa también en el formato de temporadas así que os tendréis que conformar con las dos temporadas de seis episodios emitidas hasta el momento. Racionarlas, creedme. La tercera temporada, más un especial de navidad, se emite este próximo otoño.



Os dejo con el arranque de la serie.







martes, 9 de agosto de 2011

El mejor amigo del hombre... o no.

Esto de los amigos imaginarios no se ha explotado lo suficiente en televisión y FX ha querido poner remedio con la surrealista Wilfred, adaptación de la comedia australiana del mismo nombre.



Elijah Wood es Ryan, un joven abogado deprimido y asqueado con su existencia que decide suicidarse a pastilla limpia pero le sale rana. Mejor dicho, le sale perro, porque al día siguiente empieza a ver al chucho de su vecina como un hombre disfrazado de perro al que interpreta Jason Gann, quien hacía el mismo papel en la versión australiana.







Wilfred es una serie peculiar con un punto de perturbado que le sienta estupendamente. Por una parte, el humor tira mucho de la calidad de looser profesional de su protagonista, un tirado de la vida con muy poca personalidad que cada capítulo aprende algo sobre sí mismo y sobre quién quiere ser. Pero el plato fuerte de la serie es el egocéntrico, manipulador y vicioso perro, que aplica su psicología canina a todas las situaciones. Es esa naturaleza de liante de Wilfred que consigue volver más loco al ya de por sí confundido Ryan la que constituye la base cómica de la serie.



¿Qué más te da lo que piensen los demás? ¿Qué eres, un Golden Retriever?



Los guiones tiran mucho del recurso perro para cierto tipo de gags que recuerdan a cuando Brian no puede evitar sus instintos caninos en Padre de Familia (de hecho, uno de sus productores ejecutivos está detrás del desarrollo de esta adaptación). El hecho de que Ryan ve a un hombre hecho y derecho vestido de perro interactuar con otra gente, que actúan como lo harían con un can, es una peculiaridad que viene de planteamiento y que combinada con aquel recurso perruno que contaba nos da grandes momentos de comedia. Y no me olvido de la secuencia de fumados que siempre despide cada episodio.



Sin embargo, hay que decir que es difícil racionalizar los motivos por los que disfruto cada episodio de esta serie. Es su rarunez, su punto trastornado, su punto absurdo y, sobretodo, Wilfred. Ha sido toda una sorpresa en un género en el que actualmente es difícil ser fresco y diferente. Eso sí, es una de esas a las que hay que cogerle el punto, así que recomiendo que le deis una oportunidad y que al menos veáis un par de episodios.





jueves, 4 de agosto de 2011

Tengo cáncer, ¿Y ahora qué?

Para cualquiera es complicado imaginar nuestra reacción o cómo afrontaríamos el tema si nos enterásemos que padecemos un cáncer. Este asunto ha sido abordado con frecuencia en cualquier medio para contar historias y, aunque duro, es un tema que siempre me ha gustado por su habitual carácter personal e íntimo. Dos de las mejores series que se emiten actualmente en la televisión americana enfocan este tema desde dos prismas completamente distintos, pero igualmente disfrutables. No hay spoilers.

Por un lado tenemos a Cathy, una mujer de mediana edad que descubre que padece un melanoma en estadio cuatro. Su primera reacción, además de ocultar la noticia a sus seres queridos, es la reflexión. Piensa en su vida, en las ilusiones perdidas y en lo que quiere hacer con el tiempo que le queda. Walter es más visceral, es un profesor de química pluriempleado e infeliz que se deja llevar por la rabia y el descontento desde el primer momento de conocer que tiene cáncer de pulmón en estadio tres.

Cathy es la protagonista de The Big C, dramedia de Showtime en la que somos testigos su forma de enfrentarse a la enfermedad y cómo ésta afecta a la relación con su marido, su hijo, su hermano o su asocial vecina. El salto cualitativo de la recién estrenada segunda temporada acompaña a la evolución del personaje de Cathy, cuya actitud de tough bitch ha contagiado a todos los personajes que la rodean y ayudado a potenciar y dar cuerpo a las tramas secundarias.

A pesar del contexto narrativo, The Big C es tremendamente buenrollista y es la parte divertida de sus protagonistas la que predomina en diálogos y situaciones. En la otra cara de la moneda encontramos a Breaking Bad, un drama de AMC en el que el humor irónico y negro que le caracterizaba ha ido cediendo cada vez más terreno a lo sucio, lo oscuro, lo enfermizo y lo violento.

A estas alturas hemos vivido más mierda con Walter White que excentricidades con Cathy y se nota en la evolución de ambos. Aquel profesor de química que va descubriendo el tipo duro y resolutivo escondido en su interior hace tiempo que ha muerto, y el verdadero cáncer de su vida a estas alturas de la cuarta temporada son las consecuencias del camino y las decisiones que ha ido tomando desde que descubrió su enfermedad.

Un detonante, dos personajes magnéticos e interesantes, dos acercamientos opuestos al mismo planteamiento, un drama pausado y desalentador, una dramedia optimista, un suburbio, un desierto arenoso y agobiante…. Y dos series distintas pero igualmente recomendables e imprescindibles.

lunes, 1 de agosto de 2011

The Tales From The Fringe

Después de hablar del final de la tercera temporada, del polémico episodio LSD, de la luciérnaga y del maravilloso Marionette, aún había cosas que decir sobre este tercer año de Fringe así que en OhhhTV Podcast hemos hecho, una vez más, un especial sobre la serie. Además de Sr. Mirindo y servidora, teníamos dos invitados y fringeros de lujo, Ramón Rey y Marina Such. Podéis escuchar el episodio aquí.

Qué mejor momento para saldar una cuenta pendiente. Hace justo un año, a raíz de la Comic Con, escribí sobre la primera entrega de cómics de la serie, que constaba de seis entregas. Podéis leer todos los detalles aquí. Bien pues, un mes antes del estreno de la tercera temporada en FOX, empezaron a editarse las seis entregas de The Tales from the Fringe, que acabaron más o menos cuando el parón navideño en televisión. En Febrero salió a la venta el tomo recopilatorio, que es el que yo adquirí y que podéis comprar por 9 euros sin gastos de envío en The Book Depository.

De primeras tengo que admitir que esta segunda entrega me ha decepcionado. Mientras que en la serie anterior nos contaban el primer caso de Walter y Belly distribuido en los seis números más un caso Fringe por cómic, en esta segunda cada entrega estaba centrada en uno de los personajes de la serie, por lo que esperaba historias interesantes e informativas. Sin embargo, me he encontrado con pasados bastante simplones en la mayoría de los casos, información bastante predecible y unos casos más flojos. A pesar de todo, y por el precio que cuesta, pienso que hay alguna que otra historia brillante o curiosa que hace que haya merecido la pena.


#1. Centrado en Peter.

En Tomorrow, Peter está en Bagdad y tiene algunas deudas con una gente muy chunga cuando un amigo le pide ayuda con un tema de una bomba terrorista. En este flashback vemos un poco ese mundo de influencias en el que se movía Peter, pero poco más.

A parte encontramos Lost Time, una historia sobre una joven a la que le ofrecen una pastillica de la felicidad en un club y ve su consciencia transportada al cuerpo de una mujer que bien podría ser la próxima Sidney Bristow.

#2. Centrado en Broyles

The one that got away es un caso de lo más simple en el pasado de Broyles, cuando aún no existía división Fringe. Se nos cuenta por qué perdió a su familia y algún que otro dato más, pero nada interesante que no hubiésemos visto o supuesto ya.

Sin embargo, es Nonfiction la historia que merece la pena en la segunda entrega. En él compartimos el primer día de trabajo de un joven vigilante de seguridad. Durante la visita por la biblioteca donde trabajará, es avisado que hay una puerta prohibida que nunca deberá cruzar. Evidentemente, cruzará y se encontrará una biblioteca MUY peculiar...

#3 Centrado en Astrid

Con una cabellera rizada más salvaje de lo que estamos acostumbrados, vemos a una joven Astrid en The Calling. Está construyendo un aparato para emitir frecuencias para su clase de ingeniería eléctrica (casi ná) y capta una señal. Un disparo y un grito. La policía ni la cree ni la hace caso así que ella misma decide tomar la iniciativa en una investigación con un final inesperado.

Mientras que la historia de Astrid al menos es curiosa, The Weapon, la historieta-caso de turno, es bastante flojeta. Tenemos a uno grupo que se infiltra en un complejo científico para recuperar lo que parece ser un arma mortífera.

#4 Centrado en Nina

Nina es una joven embarazada y feliz. En Plan B la vemos exultante después de que le coloquen su brazo prostético última generación que hará que Massive Dynamic acabe de despegar. Pero un efecto secundario le hará pasar por su propio Sophie's Choice.

La historia de Nina nos ofrece una información sobre su pasado bastante relevante pero con un empaque que daba más de sí. Sin embargo, Knock Knock es una de las historias más curiosas y oscuras de todo este tomo recopilatorio. En ella, un viejete adorable llama a la puerta de una joven ofreciéndole un seguro de vida. Ella le rechaza sin imaginar las consecuencias.

#5 Centrado en Gene.

Sí. Gene. La vaca. Y como tal, es una fumada de grandes proporciones. En Gene's dream, la vaca quiere llegar a la nevera y comer fideos chinos pero hay algo en el laboratorio que se lo impedirá. ¿Es sueño o es realidad?

El caso de turno es igual de flojo que la historia de Gene. Se titula The Perfect Woman y es una especie de Frankenstein pero con una chica sirena chunga.

#6 Centrado en Olivia.

En War Games acompañamos a Olivia en su intento de superar las pruebas para ser Special Investigator en el FBI. Los inusuales resultados de sus simulaciones la hacen sospechar, dudas que confirman una misteriosa nota bajo su puerta. Podría haber sido bastante más interesante de lo que acaba siendo.

El tomo se cierra con otro de los casos más inquietantes y oscuros del tomo. En Sacrifice, una pareja de turistas paletos americanos están en Yucatán y se dejan guiar por un local a un templo. Mientras suben las largas y empinadas escaleras, les cuenta historias de antiguos rituales sangrientos. ¿Qué les esperará en lo más alto?. Este es uno de esos casos que da rabia que no desarrollen más. En más de una ocasión estas historias dejan una sensación de haber visto esa introducción de episodio justo antes de la cabecera de la serie, el cold open, y te dejan con la miel en los labios.

Las últimas páginas del tomo están dedicadas a unos cuantos bocetos de lo visto anteriormente. Hasta aquí la review de The Tales from the Fringe. Me despido insistiendo en que, aunque más floja que la entrega anterior, sí tiene algunas partes que merecen la pena.