La televisión siempre ha formado una parte importante de mi vida. Siempre la he disfrutado mucho. Desde pequeña ya empezó la adicción con cosas tipo La Aldea del Arce, o me peleaba con mi madre porque no me dejaba llevar una zapatilla de cada color como Punky Brewster, y pasando por la época anime con Bola de Dragón, los Caballeros del Zodiaco o Sailor Moon (venga, ya que me estoy sincerando, añado La Familia Crece xD)
Los noventa me dieron mis primeras adicciones reales y decentes: Friends, Expediente X y Doctor en Alaska. Sí, estaban aderezadas con sesiones de Salvados por la campana, Dame un Respiro o el doblete de telemadrid con Seaquest y Pacific Blue, dos maravillas de la televisión contemporánea xD. Tampoco me olvido de La 2 y sus mañanas de mamarrachadas adolescentes (Desde Sensación de vivir hasta las gemelas de Sweet Valley), sus tardes con Yo y el Mundo o Los problemas crecen, y sus comedias de después de cenar tipo Vivir con Mr. Cooper o Infelices para siempre.
Pero si series como Friends, Expediente X, Doctor en Alaska o Aquellos maravillosos años empezaron a despertar el monstruo seriéfilo que llevaba dentro, fue el comienzo de la década que ahora despedimos lo que provocó que se desatara sin control. Allá por el 2002 decidí cambiarme de carrera y estuve muchas mañanas sola en casa, todo el día repantingada en el sofá.. ¿A qué me dedicaba? A la FOX. Sin parar… una serie tras otra. A veces alternaba con otros canales, pero por aquel entonces no había tanta oferta de series como ahora. Gracias a mis sesiones matutinas vi cosas como Loco por ti, Dharma y Greg, Tres para todo (donde me enamoré ya muy tempranamente de Ryan Reynolds), Cinco en Familia, Cheers, Felicity, Becker, Dawson Crece…
Este fue el despertar de un interés que apliqué también en mi nueva carrera, a la que entraba (como casi todos) por el cine, y el gusanillo de fue creciendo y explotó en 2004 por dos motivos principales: el primero fue mi, tardía, conexión a internet… (por fin!) y el segundo: LOST. Si bien antes veía mucha serie, fue Lost la que me introdujo en el mundo “seguir las series a ritmo USA” ya que, hasta ese momento, lo único que había visto de esa forma fueron las tres últimas temporadas de Friends.
Por eso te estoy agradecida, década seriéfila de los ’00, y permíteme que te llame de tú porque te debo tanto que he de tratarte como una más de la familia. Me has dado unos años repletos de buenas series, de buenas historias, de buenos personajes… Me has hecho encauzar mi carrera hacia un punto concreto y me has ayudado a alcanzarlo.
Me has dado acceso a la época dorada en la que estar al día, aprender con la televisión y, además, disfrutarlo era muy fácil. Unos años repletos de nuevas series, de vivir las tendencias televisivas, de ver renacimientos, caídas, llorar pérdidas… Por deberte, te debo hasta el haberme ayudado a mejorar mi inglés porque, estoy segura de que, sin todos estos años de cultura televisiva y de series en VO, no habría podido cumplir uno de mis grandes sueños: vivir y estudiar en USA.
Y como ya he cogido carrerilla y ya estás ruborizada te diré, década de los ’00, que gracias a ti he conocido a un grupo de amigos virtuales con los que compartir esto que es bastante más que una afición. Es una forma de vida para muchos de nosotros y gracias a ti, a tu evolución, a tu rienda suelta, nos hemos encontrado. Hasta tengo la suerte de contar a alguno de ellos entre mis amigos. Unos amigos que espero no perder nunca porque, bueno… sólo están a un tweet de mí :)
Y aquí me despido, querida década… dándote de nuevo las gracias por todo, por estos 10 años de experiencia seriéfila de crecimiento exponencial, por estos dos lustros de buenas y malas series, por los buenos y malos ratos, por las risas, por los llantos, por los pre-airs, por las mid-season, por las renovaciones, por los cliffhangers y por los series finales. No te olvidaré nunca. Hasta siempre.
Y es que esto es el fin de una era para todos nosotros y muchos no se han dado cuenta. Ya hemos vivido el gran auge de las series, el apoteósico nacimiento y crecimiento de blogs, el aumento desmesurado de las secciones en Dvd en las tiendas, el estar al día, el verlo todo y el compartirlo. Ya no es nuevo. Ya es el pasado.
Mañana empieza una nueva era en la que todo lo que hasta ahora era la novedad se ha convertido en el día a día de este grupito que somos los seriéfilos empedernidos y los retos vendrán por otras partes… Ahora tenemos la suerte de estar metidos hasta el fondo en un mundo que pronto estallará y verá cambios radicales. Vamos a vivir el apogeo de las series en internet, de la televisión a la carta, del fin definitivo del modo de ver la televisión tradicional. Preparaos porque se nos va una década, sin ninguna duda, memorable… pero la que entra nos dará emociones fuertes. ¿Estáis preparados?
:) FELIZ 2010 A TODOS CON MUCHO CARIÑO :)