La
televisión americana nos saca
50 años de ventaja y eso se nota. Aunque ellos tienen tanta o más mierda que nosotros, su programación tiene una ventajosa característica desde hace muchos años:
la segregación de audiencia. El
cable, que nació como una solución a la mala recepción analógica de algunos estados perdidos del centro del vasto país, ha ido llevando la ramificación en la programación al extremo, ofreciendo canales con ínfimos índices de audiencia que se mantienen perfectamente gracias a esa especialización.
Además de eso, de un tiempo a esta parte, los responsables de las cadenas han dejado atrás ese
concepto de “familia cenando frente al televisor” y han comenzado a primar los resultados demográficos y específicos en cada programa.
¿Por qué son tan importantes las demográficas? En
esta entrada hablo de ello extensamente y
os incito a leerla antes de continuar leyendo los próximos párrafos.
En resumidas cuentas,
la calidad es tanto o más importante que la cantidad. En un país de
300 millones de personas hay gente para todo y esa variedad de canales disponible ofrece un
amplio abanico de posibilidades para todos los géneros, edades, gustos y exigencias: el espectador obtiene lo que busca y el anunciante tiene localizado y concentrado al público que desea.
Hace muy poco,
MTV ha comenzado las emisiones en abierto en
TDT. A pesar de que mayormente comparto los comentarios que critican a la cadena ex-musical, realmente es lo que la televisión española necesita ser ahora y en la TDT es una gran oportunidad para comenzar.
Constantemente en mi entorno de trabajo escucho cosas como “no podemos expulsar a nadie”, “no puede ser demasiado juvenil” y demás exigencias que demuestran que aquellos que programan y producen siguen con esa idea de
familia frente al televisor. No. Eso hace mucho que no existe y a nuestra televisión le está costando entenderlo.
Pero ya no es sólo el hecho de que las costumbres estén cambiando. Los
jóvenes van envejeciendo y ocupando más universo de audiencia y pronto el
modelo actual habrá quedado totalmente obsoleto. Creo firmemente que no es sólo problema de las televisiones sino también de los
anunciantes, que aún no han sido capaces de ver la supremacía de la calidad sobre la cantidad de audiencia y sólo miran y exigen
porcentajes de share y millones de espectadores altos. Es cierto que, como somos
sólamente 45 millones de personas, las cifras de espectadores cuando se fragmenta la audiencia es muchísimo más pequeña que con los yankies, pero el
valor de la calidad de audiencia, para mí, sigue siendo el mismo.
Es más. En
Estados Unidos, series de calidad como
Dexter o Mad men tienen una media de 2 millones de espectadores. Sí,
2 millones de 300. Pero ahí está el truco. Estos dos productos, extremadamente minoritarios desde su planteamiento, tienen ese
público objetivo exigente que busca algo de esas características. Sin embargo, en España hay muchos públicos que no encuentran lo que buscan en televisión.
Gracias a la
TDT los niños pueden, más o menos, encontrar
dibujos animados a cualquier hora del día. Ahora está la
MTV, con esa programación juvenil asquerosamente adictiva. Algunos canales, como
Neox o Nitro, ofrecen programación más específica pero con un enfoque, para mí, erróneo.
Esas cadenas siguen con la mentalidad de
tocar todos los palos.
Neox Nova juega a ser cadena para mujer joven adulta pero su programación muchas veces no lo refleja. Nitro juega a ser una cadena para hombres jóvenes pero emiten series antiquísimas como
Colombo. Que sí, que la nostalgia mola, pero que no os engañen... estos canales no sirven más que para
sacar beneficios a coste prácticamente cero con series que ya tienen amortizadas desde hace mucho tiempo. Quitarle el polvo a las latillas que tienen por ahí y sacarse unas perras.
Y el colofón lo ha dado
La Sexta, que abre un canal nuevo con ficción americana; un popurrí de series que ya han emitido ellos chorrocientas veces y con
muy pocas novedades o unidad en su programación. En Estados Unidos tienen
USA Network, con una programación más generalista dentro del cable. Digamos que es
el carrefour del cable. Pero tienen UN carrefour. El resto son SyFy, AMC, Lifetime, TNT o Showtime, cadenas muy especializadas en un producto concreto. Nosotros, además del Carrefour, tenemos el Día, el Caprabo y el Eroski... y ahora
La Sexta nos abre un Mercadona. Pues mira qué bien.
Independientemente de la calidad de las series, muy reprochable de un tiempo a esta parte,
hasta las networks se especializan cada año más:
ABC quiere dramas y público femenino adulto,
FOX busca jóvenes en general y
CBS es la cadena Bruckheimer, con lo que ello implica.
CW es para chicas y
NBC, eso sí, no tiene ni idea de qué hacer con su vida.
Por seguir con la comparación chorra de los supermercados,
lo que le hace falta a nuestra TDT es una carnicería, una frutería y una pescadería. Canales especializados que ofrezcan programación a la señora de Soria que quiere ver el culebrón de turno y, a la vez, al seguidor de
Broadwalk Empire que no sólo no quiere esperar dos meses a que la doblen o una semana a verla
subtitulada, sino que quiere verla en pleno prime time, no en late night que es a donde relegan estos estrenos.
¿No había rumores de que
TiVo iba a llegar a España? Pues tengamos una televisión en la que seguir varios programas que nos interesen personalmente la misma noche sea tarea imposible y necesitemos este fantástico sistema de televisión a la carta.